Segundas oportunidades, #Rainbow Rowell

Título: Segundas oportunidades

Autor: Rainbow Rowell

Editorial: Alfaguara

Páginas: 378

Formato: rústica con solapas

Precio: 16,95€

Cuando Georgie y Neal se conocieron, fue amor a primera vista, un amor que parecía poder con cualquier inconveniente. Pero ahora tienen problemas, hace tiempo que ya no es como antes. Todavía se aman profundamente, aunque eso parece no importar. O quizá nunca importó demadiado.

Estas Navidades, Neal y Georgie van a hacer un viaje juntos, una escapada que les permita retomar su relación. Pero un compromiso de última hora obliga a Georgie a quedarse. Esa misma noche, cuando Georgie llame a Neal para intentar arreglar las cosas, con quien realmente se comunica es con un Neal más joven, el Neal que conoció hace unos cuantos años, antes de que todo empezara. No es un viaje en el tiempo, no exactamente, pero ella siente que tiene la oportunidad de arreglarlo antes de que todo empiece...

Amo a Rainbow Rowell. Lo declaro así y ahora: me quiero casar con esta mujer y tener muchos hijos.

Rainbow Rowell tiene una capacidad única (literalmente única) de crear historias de amor que te crees. No son pastelosas. Nadie es perfecto. Ni el chico es la octava maravilla del mundo ni ella la típica chica nunca-he-sido-especial-pero-él-me-mira-como-si-lo fuera. Pero los une una relación real, con sus defectos, sus ventajas y sus baches.

La historia al principio me echaba para atrás. Es decir, me parecía demasiado normal, demasiado adulto incluso. (Los protagonistas tienen casi cuarenta tacos, ¿cómo me voy a sentir identificada por ellos?). Pero me equivocaba de cabo a rabo. Que los personajes no sean adolescentes marginales no quiere decir que no te calen en lo más profundo del pecho y que su romance sea una cosa extraña y que no comprendes.

Georgie es una guionista de series de comedia, casada con Neal, quien dejó el trabajo hace años para ocuparse de sus dos niñas. Georgie y Neal se quieren con locura, pero quizá eso no sea suficiente. Ella trabaja muchísimas horas al día, codo con codo con su amigo íntimo Seth, con quien Neal no comparte una relación muy amistosa. Cuando llega a casa las niñas ya están dormidas y la cena en el frigorífico, sólo para ella.

Por mucho que intentan aparentarlo, no son felices.

Sobre todo cuando una productora se interesa por la serie en la que Seth y Georgie llevan trabajando y soñando desde que empezaron a escribir guiones. Es su oportunidad de dejar de hacer comedias cutres y emprender el proyecto de sus vidas. Con un pequeño inconveniente: la productora les pide tener los primeros episodios preparados para la semana de Navidad, lo que significa que se tienen que pasar las fiestas trabajando.

Cuando Georgie se lo dice a Neal, éste dice que no pasa nada. Que él y las niñas se van a pasar las Navidades con su familia en Omaha, como tenían planeado, sólo que sin ellas. A Georgie no le hace mucha gracia pasarse las Navidades sola, pero tampoco tiene más opciones.

A la mañana siguiente, despide a su familia de una manera demasiada frío y no es hasta que el nido se queda vacío que se da cuenta de todo lo que ha hecho mal. Y de lo mucho que peligra su matrimonio.

Georgie pasará una semana muy intensa, recordando sus comienzos con Neal, intentando recordar qué es lo que ha podido fallar. Se descubre a sí misma dándose cuenta de todos los errores, todos los ramalazos de egoísmo a los que Neal ha cedido.

Y, de pronto, le surge una oportunidad para remediar todos sus errores. Se crea un puente entre ella, la Georgie de treinta y siete años cuyo infeliz marido ha medio abandonado y el Neal de veintidós años, el Neal de una semana antes de pedirle matrimonio cruzándose medio país en coche para plantarse en la puerta de su casa el 25 de diciembre de 1998 con un anillo en el bolsillo.

Como he dicho al principio, Rainbow Rowell tiene la propiedad de hacer a gente real. Así es como describiría su estilo: real. No es empalagoso. Son relaciones preciosas, románticas, pero que te crees. Su narrativa es sencilla, dinámica pero detallista. Te impregna de sensaciones y ambientes con pocas palabras. Sus diálogos son fluidos, nunca forzados, siempre entretenidos. Además, consigue arrancarte más de una carcajada.

Yo me he leído esta novela en seis horas en las que no me levanté ni para hacer pis. Me enamoré de Neal, de Georgie, de Omaha, de California y de la madre que los parió a todos. No podía apartar los ojos de las páginas, y esto es algo que no me pasaba desde hacía muchos meses. Estaba deseando encontrar una novela que me hiciera sentir esto. Sin duda un libro que va a protagonizar el <<Top 10 de 2015>>. Y el <<Top 10 de mi vida>>.

Imprescindible. De verdad. Sobre todo en Navidad.