viernes, 22 de abril de 2016

El nombre del viento, #Patrick Rothfuss






Título: El nombre del viento
Autor: Patrick Rothfuss
Editorial: Plaza & Janes editores
Páginas: 880
Formato: Tapa blanda con solapas
Precio: 21€

(Existe edición bolsillo (9.95€) y tapa dura con sobrecubierta)




<<Viajé, amé, perdí, confié
y me traicionaron.>>

En una posada en tierra de nadie, un hombre se dispone a relatar, por primera vez,
la auténtica historia de su vida. Una historia que únicamente él conoce y que ha quedado diluida
tras los rumores, las conjeturas y los cuentos de taberna que le han convertido
en un personaje legendario a quien todos daban ya por muerto: Kvothe...
músico, mendigo, ladrón, estudiante, mago, héroe y asesino.

Ahora va a relatar la historia sobre sí mismo. Y para ello debe empezar por el principio:
su infancia en una troupe de artistas itinerantes, los años malviviendo como un 
ladronzuelo en las calles de una gran ciudad y su llegada  a una universidad
donde esperaba encontrar todas las respuesta s que había estado buscando.




Primero, advertir que es un libro tocho. Muy tocho. El típico libro que le enseñas a alguien a quien quieres asustar. Y eso comprendo que eche para atrás. A mí me pasó. Me lo recomendaban muchísimo, de "Celia, tienes que leerte esto que es genial", veía que era como ocho veces mi cabeza y lo añadía al final, final, finalísimo de mi lista de lecturas.
Pero fui muy lerda, porque es un libro genial.

La gente lo suele clasificar como "fantasía épica", pero no estoy del todo de acuerdo. A ver, es decir, lo es. Tiene ese ambiente medieval-fantástico, y es cierto que pertenece a ese género, pero me parece que es una clasificación demasiado cerrada. Cuando dices "fantasía épica", la gente ya se está imaginando un ejército de elfos, dragones, batallas, misiones, etcétera, y esto no tiene nada que ver.

Kvothe es un niño muy curioso, hijo de unos integrantes de una troupe ambulante que se gana la vida mediante diferentes espectáculos. A Kvothe le encanta esa vida, pero tiene una sed de conocimiento que sólo podrá saciar cuando un sabio se une a su pequeña familia y comienza a darle clases. Ahí conocerá su amor por el estudio, por conocer siempre más y, sobre todo, su increíble inteligencia y capacidades.
No obstante, no todo será así de bonito.
Los chandrian, que hasta entonces no eran más que leyendas, asesinan a toda la troupe, dejando a Kvothe a su suerte. El chico tratará de sobrevivir como buenamente pueda, mendigando y aguzando su ingenio, prometiéndose a sí mismo dos cosas. La primera, averiguar todo lo que pueda sobre los chandrian y por qué mataron a su familia. La segunda, que lograría ir a la Universidad.

Supongo que mi crítica sobre este libro no será nada original, porque opino exactamente igual que todo el mundo que lo ha leído: es una maravilla. Tiene algo que últimamente muy poca literatura tiene y,  por desgracia, cada vez nos da más igual. Calidad. Es un libro con calidad. No fue creado, y se nota, con fines puramente comerciales, como prácticamente todo lo que leemos ahora mismo. Y, la verdad, notar esto mientras estas leyendo es muy reconfortante.

El estilo de Patrick es impecable. Este hombre nació para escribir. Sus comparaciones, descripciones de sentimientos, de lugares, de acciones, etc. sencillamente rozan la perfección. Lo vives todo, incluso la más insignificante conversación, como una auténtica hazaña. Hacía tiempo que no me topaba con una pluma tan buena. Y, además, algo que creo que hay que destacar es lo poco pesada que es. Al contrario que otros autores de este mismo género, como el famoso Tolkien, las palabras de Rothfuss no cuestan tanto digerirlas. No se tira páginas describiendo cosas sin importancia mientras te quieres pegar un tiro. Escribe lo que hay que contar. Nos cuenta una historia que, a pesar de ser larga, se te hace muy corta y donde todos los detalles son muy importantes.

Aun así, a pesar de todo esto, y de la trama que en ningún momento se te hace infumable, lo más importante es Kvothe. Es original, es único. Y no creo que haya otras palabras para describirlo mejor. Es un personaje con una profundidad psicológica increíble, que te pones en su piel, admiras, respetas y de todo. No es el típico héroe. Ni siquiera se le pude considerar héroe. Es Kvothe, punto. No puedo describirlo sin hacerle justicia.

Esta novela debería encabezar la lista de los "must read" de todo el mundo. Si hubiera que ponerle una pega, sólo diría que es un libro largo. Muy largo. Muy, muy largo. Y, al menos a mí, siempre me da pereza empezarme un libro tan sumamente largo. Pero merece la pena, creedme.




<<Volvía a ser de noche. En la posada Roca de Guía reinaba el silencio,
un silencio triple.>>

<<Si encuentras una persona así, alguien a quien puedas abrazar, 
con la que puedas cerrar los ojos a todo lo demás, 
puedes considerarte muy afortunado. 
Aunque sólo dure un minuto, o un día.>>

<<–¿Puedo hacerte una pregunta, Reshi?
–Por supuesto, Bast.
–¿Una pregunta molesta?
–Esas suelen ser las únicas que merecen la pena.>>

<<–Y luego te preguntarás por qué hablan de ti.
–No me pregunto por qué hablan de mí. Me pregunto qué dicen.>>

<<Si vamos a contar una historia, contémosla bien.>>

<< Me llamo Kvothe, que se pronuncia "cuouz". Los nombres son importantes
porque dicen mucho sobre la persona. He tenido más nombres de los que nadie
merece.
[...]
He robado princesas a reyes agónicos. Incendié la ciudad de Trebon.
He pasado la noche con Felurian y he despertado vivo y cuerdo. 
Me expulsaron de la universidad a una edad a la que a la mayoría no los dejan entrar.
He recorrido de noche caminos de los que otros no se atreven a hablar
ni siquiera de día. He hablado con dioses, he amado a mujeres y he escrito
canciones que hacen llorar a los bardos.
Quizá hayas oído hablar de mí.>>



5/5
Indispensable. Calidad y originalidad, de la que ya no queda. 

viernes, 15 de abril de 2016

Reseña anime: One punch man

Sé que no suelo subir reseña de anime. Vamos, que no he subido en la vida, vaya. Pero siempre hay una primera vez, y soy fiel creyente de aquello de que la variedad es la sal de la vida. Así que, why not?





Creo que este es uno de los animes de los que más se ha oído hablar en los últimos meses. Tuvo una acogida flipante según lo emitían y, la verdad, no me llamaba mucho la atención. También, si nos ponemos sinceros del todo, diré que no me leí ni el argumento, sólo vi tres imágenes sueltas del protagonista (Saitama) con todo su aire heroico y no me convenció.
<<¿Y entonces por qué lo viste, Celia?>> os preguntaréis, súper angustiados. Bien. La cosa es que la semana pasada me puse mala rollo fin del mundo, treinta y nueve de fiebre y esas cosillas que hacen que no te muevas de la cama casi ni para hacer pis. Y me aburría, me aburría mucho. Me entró la venada de ver un anime corto, de doce capítulos (porque sí, soy de esas personas que si una serie es larga le hace tres ave marías y recula), y este era de los mejores valorados. Además, por ver el primer capítulo no me pasaba nada.

Me descojoné durante todo el capítulo. Tal cual. No me esperaba que me pudiera reír tanto. Ni siquiera sabía que la trama podría ser tan original. No es el típico anime de… bueno, sabéis a lo que me refiero. No es el típico anime. Punto. No es una cosa absurda ni americanizan el tema superhéroes ni nada. Obviamente que tiene sus idas de olla, pero es la idea. En ningún momento la trama tiene giros de estos que, en otros animes, ruedas los ojos y te preguntas cómo los creadores pudieron quedarse a gusto.
La trama es muy sencilla: Saitama es (o quiere ser) un héroe por afición. Lucha contra toda aquella criatura que se interpone en su camino con su fuerza sobrenatural. A él se le sumará Genos, su fiel
aprendiz, el cual Saitama no sabrá cómo tratar porque no comprende el porqué de su admiración. Cada capítulo (en su mayoría) irá de una aventura sin precedente ni continuación contra el monstruo de turno que aterroriza la ciudad.

Como he dicho antes, es un anime para reírse. No representa grandes valores, ni tiene romane, ni mucho misterio ni nada por el estilo. A ver, sí, tiene su trama y su intriga, sobre todo al final, pero no es significante. Es un estilo muy fresco, dinámico y que, si quieres algo nuevo en todos los sentidos, viene muy bien.

No dejo de recomendarlo y recordar una cosa:


Sónico es mío, perras.


 
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