Onyx, #Jennifer L. Armentrout

Título: Onyx

Autor: Jennifer L. Armentrout

Editorial: Plataforma Neo

Páginas: 418

Formato: Tapa blanda con solapas

Precio: 17,90€

SINOPSIS CON UNOS QUINIENTOS SPOILERS. NO LEER SI NO TE LO HAS LEÍDO O SI NO ERES MASOQUISTA.

Desde que Daemon me curó con sus poderes alienígenas, vivimos conectados. Y él está empeñado en demostrarme que sus sentimientos hacia mí no se deben solo a nuestra extraña unión extraterrestre. Me he propuesto no acercarme a él, a pesar de que me resulta complicado resistirme a sus encantos. Pero tenemos problemas más graves. Algo peor que los Arum ha llegado al pueblo… El Departamento de Defensa está aquí. Si descubren que Daemon tiene poderes y que estamos conectados, podemos darnos por muertos. Además, hay un chico nuevo en el instituto. Y tengo la sensación de que guarda un secreto.

Cogí este libro con unas ganas impresionantes, estando de exámenes. Y me lo acabé antes de las veinticuatro horas. Creo que no fue muy sano, pero bueno. Dice bastante de lo mucho que vicia. 

He de decir (por si no había quedado claro) que este libro es la cosa más adictiva que ha creado este planeta y Lux (jajá). No podía soltarlo. Era increíble. Me he reído un montón y me lo he pasado genial con él. A día de hoy, que he acabado la saga, sigo cogiéndolo a veces de la estantería para releer escenas sueltas.

Ante todo: las conversaciones entre Daemon y Kat son lo mejor del universo.

Esta pareja me encantó en Obsidian y aquí me sorprendieron mucho más. Son tal para cual, pero a una manera muy suya que no deja indiferente. No sé si lo dije en la reseña de la primera parte, pero son una de las mejores parejas (junto a Nastasya y Reyn de Amor Inmortal, Oscuridad Inmortal y Luz Inmortal) que he leído en mi vida. Y encima, no cansan nada. Yo me podría pasar la vida leyendo sobre estos dos y no me aburriría en ningún momento. No son como otras parejas que se acaban haciendo un tanto empalagosas, como Jace y Clary de Cazadores de Sombras. 

Este libro, empieza con Kat tratando de librarse del rastro estratosférico que ha dejado Daemon Black en ella en su último espectáculo de lucecitas. Pero, lo que ella no sabe, es que ese rastro no ha sido un rastro normal, y que todo se le va a ir bastante de las manos, hasta quedar aún más inmersa en el mundo alienígena en el que ha entrado.

Como bien dice en la puñetera sinopsis, Daemon se pasa las veinticuatro horas del día llamando la atención de Kat, en una manera muy suya de decir “me gustas” y de tratar conquistarla. Kat, que (aunque ella diga que no) está colada hasta el tuétano, trata de mantenerse imperturbable y de recordarse que él se ha comportado como un auténtico cretino con ella. No obstante, no tardará en descubrir una faceta de Daemon de la que sólo tenía vestigios. Y le encanta. 

A todo esto, se le suma, que Katy acaba de conocer a Blake, un chico del instituto que es un surfero humano 100% normal y ella se junta mucho con él, deseando recuperar la normalidad que perdió hace mucho muchísimo. Y esto, pues, a Daemon... muy poquita gracia, claro. Aunque dará pie a una escenas muy divertidas por parte de éste.

Jennifer sigue escribiendo de una forma entretenida, liviana, graciosa y sabiendo encontrar la justa medida entre acción y descripción. Como ya dije, soy muy fan de su narrativa, y es algo que el da ése toque especial a la novela que hace que la vivas en tus propias carnes.

Si algo me gustó menos de esta entrega fue el final. Bueno, más bien el pre-final (olé yo). Me pareció un tanto confuso. Después, el “final-final” me gustó más, pero la parte de antes la vi un poco liosa y que tienes que esperar a acabarla para enterarte de qué ha pasado.

De todas maneras, es una segunda parte increíble, que no sigue la norma de “las segundas partes no son buenas”. Ni mejora ni empeora la anterior, continúa en el mismo grado de genialidad. Y es una saga que recomiendo a todo el mundo. A todo todito, ¿eh? No intentes huir. 

Así que, si te has leído Obsidian y tienes Onyx cogiendo polvo en la estantería. Agárralo ahora mismo y ponte a leer como alma que lleva el diablo. obligatorio.

“- ¿Sientes... algo cuando estamos juntos?
- ¿Aparte de lo que he sentido esta mañana cuando he visto lo bien que te quedaban esos vaqueros?”


“- Apuesto a que, antes de Año Nuevo, habrás admitido que estás loca, profunda e irremediablemente...
- Vaya. ¿No quieres añadir otro adverbio?
- ¿Qué tal irresistiblemente?
-Me sorprende que sepas lo que es un adverbio.”


“- Ay, Dios, puede que sí me haya destrozado el culo.
- Espero que no. Tengo debilidad por esa parte de tu anatomía.”



“- Voy a cambiarme.
- ¿Necesitas ayuda?
- Vaya. Qué caballeroso.
- Bueno, la experiencia sería beneficiosa para ambos. Te lo prometo.”


“- No voy a morderte.
- Menos mal.
- A menos que quieras que lo haga.”


“- Va a hacerte falta mucho más que una cena de Acción de Gracias y un árbol de Navidad para echar un polvo.
- Maldita sea. Ese era mi plan.”



“- Dios mío. Tienes problemas para  controlar la ira. Es una enfermedad, ¿sabes?
- Tiene cura: darte una patada en el culo.”


“- Pareces cansada.
- No dormí bien anoche.
- ¿Estuviste pensando en mí?
- Sí.”


“- Siento haber tardado tanto en llegar.
- Es una pena que no tardaras más. Y es una pena que no te perdieras...
- Me devoraran los jabalíes o muriera en un espantoso accidente múltiple. Lo pillo.”


“- Como si te importara lo que me pase, gatita.
- ¡Claro que me importa, imbécil! Prométeme que no harás ninguna tontería.
-No pienso hacer promesas que sé que acabaré rompiendo.”


“- Estás más salido que un perro.
- Si me acaricias, te...
- Ni se te ocurra terminar esa frase.”


“- No puedo estar aquí todo el tiempo, y tengo que confiar en ti. Por favor, dime que estás tomando... precauciones.
- Ay, por el amor de Dios, mamá, que no me estoy acostando con nadie.”


“- Te lo debía, ¿no? Tú me has salvado el culo muchas veces.
- Y menudo culo.”


“- Me mentiste. ¡No confiaste en mi!
- Sí que confío...
-¡Gilipolleces! ¡No me digas que confías en mí cuando es evidente que nunca lo has hecho!”

“-No te odio, Kat. Estoy furioso contigo... y conmigo. Quiero encontrar a Blake y hacerle picadillo. Pero, ¿sabes en lo que estuve pensando ayer durante todo el día? ¿Toda la noche? ¿El único pensamiento del que no puedo escapar, por muy cabreado que esté contigo?
-No.
-Que tengo suerte, porque la persona que no puedo sacarme de la cabeza, la persona que significa más para mí de lo que puedo soportar, sigue viva. Sigue aquí. Y esa persona eres tú”


“- ¿Cómo puedes seguir queriendo estar conmigo?
-Oh, todavía quiero estrangularte. Pero estoy chiflado. Y tú estás loca. Tal vez por eso. Hacemos buena pareja.”


“- Dilo.
- ¿El qué?
- Dime lo que me dijiste antes.
- Te quiero.
- Eso es lo único que necesito oír.
- ¿Esas dos palabras?
-Siempre esas dos palabras.”


“-La apuesta... he ganado. Te dije que confesarías que me quieres en Año Nuevo.
-No. Has perdido.
-¿Por qué lo dices?
-Mira la hora. Es más de media noche. Estamos a dos de enero. Has perdido.
-No. No he perdido. Aun así gano.


“- Tendrás que tomar una decisión después de sacarla de la jaula. Puedes venir a por mí o puedes conseguir lo único que siempre has deseado.
- ¿El qué? ¿Un tatuaje de tu cara en mi culo?”

5/5

Quiero ser abducida por alienígenas.